miércoles, 31 de diciembre de 2008

Un dia para no olvidar...

LIMA HOT FESTIVAL

El viernes 14 de noviembre del 2008, definitivamente marcó un antes y un después en lo que concierne a los conciertos en el Perú. El
Lima Hot Festival será por mucho tiempo el punto de comparación con los siguientes mega conciertos que se vendrán.

La cosa va demasiado rápido, de no figurar en el calendario de ningún artista internacional importante pasamos a esto; parece un sueño. Fueron 35 mil personas las que se reunieron ayer y presenciaron algo que nunca se imaginaron. Definitivamente fue un éxito total. Y a continuación, seguiré con contar mi experiencia personal, lo que me pareció y cómo me marcó este festival.

Llegue a las afueras del Estadio Nacional a eso de las 7 pm y no se me ocurrió nada mejor que comerme unos ricos anticuchos porque sabía que sería una noche larga y necesitaría todas las energías posibles.

Mientras entraba fluidamente a la zona Stand escuchaba el final de la presentación de Turbopótamos y lo que me contaron fue que habían cambiando al baterista por un chico de dreads y escuche el comentario de que “ahora sí todos los integrantes son blanquitos”. Será una desagradable forma de marketearse o habrá alguna otra razón menos racista para cambiar de baterista, porque la verdad, la noche de ayer muchos extrañaron al baterista original.

Al poco rato sale el carismático Edu Saettone a anunciar la los siguientes grupos en venir, y así le llegó el turno a Cementerio Club. Arrancaron con Inmortales y le siguió un número de temas que se nos hacían conocidos. Entre canción y canción, tratando de empilar a la gente, hacían comentarios, que a mi parecer estaban totalmente fuera del lugar, que aludían a la rivalidad entre el rock n roll y la cumbia y el reggaetón, pero la gente no les hizo mucho caso. Lo que sí hicieron fue dejar al público en toda la onda para recibir a los platos fuertes de la noche.

Desde la cancha del Estadio Nacional se veían las tribunas llenas en un 70% y uno ya sentía el calor suficiente como para recibir el frio y suave brit pop de los escoses de Travis. Y así comenzó. Buen espectáculo, calidad, carisma, un show que nunca antes había visto. Un Francis Hearly totalmente comprometido con la música, pegado al micrófono y cantando como si tuviese al amor de su vida frente a él. Y ni qué hablar de el genial Dougie Payne, con su saquito largo que lo hacia parecer un soldadito que contagiaba a todos con su sonrisa y carisma. Era simplemente imposible no estar saltando y cantando con este grupo, todos los que tenemos televisión o radio desde hace 10 años nos sabemos de memoria canciones como “Sing”, “Why does it always rain on me?” o “Side”. Su estilo juguetón pero siempre profesional y tocando bien los hizo darnos un super concierto que fue bien correspondido por el público; nada mejor que escuchar “Why does it always rain on me?” mientras Francis nos pedía un “pogo” para terminar el concierto. Y así acabó y yo pensaba “si acá se acabase el concierto, regresaría más que contento a mi casa”, pero no, se venia la leyenda.


Entre banda y banda, varias decenas de plomos corrían de un lado para otro como hormigas trabajando para no demorarla más; algo que me pareció bueno fue que no hubo mucha demora entre los grupos, lo suficiente para que la cerveza y el red bull (ambos a 7 soles) dieran rienda suelta a un público que ya no podía esperar más.

Bueno, y ya saben como sigue la historia. R.E.M. salía al escenario del Estadio Nacional, frente a 35 mil personas que simplemente no lo podían creer. Se prendieron las duras pantallas y arrancó el espectáculo con “Living well is the best revenge”, simplemente increíble. No podía creer que este viendo a pocos metros a los pioneros del rock alternativo, a esos gringos que veía en la televisión tan lejanos, a Michael Stipe, Peter Buck y Mike Mills, era un sueño.

Al poco rato, como tenia que ser, hicieron su comentario político sobre el nuevo presidente electo de los Estados Unidos, Barak Obama, y le dedicaron las siguientes canciones a George W. Bush. No era de esperarse nada menos de R.E.M.

Las pantallas transmitían las imágenes a una velocidad deslumbrante, las luces que iban de un rojo intenso a un blanco plateado que iluminaba todo el estadio. La energía y el punche que le metieron estos fue algo que simplemente te recargaba las baterías para seguir gritando y cantando.

La gente no podía creer que estuviese escuchando éxitos como “ Imitation of life”, “The one i love”, “Bad day” y, una de las que más conmovió al público, “Everybody hurts”.

El concierto estuvo repleto de un feeling impresionante. No solo fue el espectáculo y la garra que le puso R.E.M., también fueron muchos detalles como aquellos mensajitos que pasaban en la pantalla con frases como las de “quieren más R.E.M” o “R.E. M. (corazón) Perú” o “más bulla”. Fue estar en un estadio casi lleno, con todo el furor, con una leyenda frente nuestro. Repito, no lo podía creer.

En eso, siguiendo con una avalancha de hits, tocaron “It´s the end of the world as we know it (and i feel fine)” y se largaron del escenario sin decir nada más. Pero todos sabíamos que volverían. Y así fue. Regresaron con “Supernatural superserious” para regalarnos cinco temas más, entre ellos “Losing my religión” y para acabar, “Man on the moon”.

Y acabó el concierto, una noche que nadie podrá olvidar. Dos buenas bandas nacionales, una banda de Europa y otra de Estados Unidos. Bandas frescas, nuevas, exitosas y que no son el reciclaje de dinosaurios que tuvieron un pasado mejor al que estamos acostumbrados. Ayer se marcó un antes y un después.

¿Y qué cosas para mejorar? Bueno, como público nos sigue faltando mucho. Me contaron que por la media cancha hubo un pequeño poguito armado por unos gringos

pero por mi zona no había tanto movimiento, tal vez la gente no quiere sudar o arrugar su ropa, pero bueno, no todo es perfecto. El estadio le falto unas cuantas miles personas para estar a su capacidad máxima, pero eso no lo hizo el concierto menos poderoso. Lo de anoche fue casi perfecto, y eso es más de lo que podemos pedir. Ojala que este festival se repita por mucho tiempo.

fuente: http://conciertosperu.com.pe


Travis - Why does it always rain on me (Lima, Perú 2008)

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